miércoles, 7 de noviembre de 2012


Continuación de la “historia interminable”

Cairón estaba ya muy cansado, pues había pasado mucho tiempo viajando para entregarle el ÁURYN a Atreyú pero había algo que no le convencía. ¿Cual era su viaje ahora? ¿A dónde iría? ¿Cuál era su destino? Simplemente esas preguntas lo incomodaban. “¿Qué haré ahora? No me queda mucho tiempo y no quiero terminar mi vida de esta forma”, pensaba, “debo arriesgarme y visitar la Caverna Oscura”. En esa Caverna se encontraba una mágica y misteriosa piedra denominada Mítrus que, según los viajantes que hablaron con ella revelaba el destino de las personas. No iba a ser muy fácil llegar allí, pero lo mejor era intentarlo.

Pasó días y noches enteras caminando y caminando sin frenar, solamente para refrescarse y comer frutas que guardaba en su sombrero de juncos trenzados al pasar por el bosque de los árboles frutales.

De repente, un ogro se le interpuso en su camino.

¿Quién eres tú y por qué estas aquí, en la tierra de los Ogros atemorizantes? preguntó el ogro que tenia aspecto malvado.

Soy Cairón y tú, ¿Cómo te llamas? respondió de una forma extraña.

Me llamo Markus y mi deber es no dejarte pasar por nuestro terreno.

Por favor, necesito pasar, necesito visitar a Mítrus.

¿Mítrus? ¿La legendaria piedra Mítrus?exclamó Markus.

Claro que sí, ¿Qué otro objeto en Fantasía se llama de esa forma? aseguró Cairón.

¿Puedo ir con usted? preguntó tímidamente Soy un ogro bueno, se lo puedo asegurar y verdaderamente deseo encontrar mi lugar en el mundo donde no haya gente gruñona ni maligna conmigo. Yo lo puedo guiar.

Markus pertenecía a una familia de ogros malignos y sumamente temíbles.Trataban de lo peor a cada criatura en Fantasía que pasaba por su terreno y por eso lo mandaban a vigilar para que nadie pasara por allí. En cambio, Markus era el único ogro adorable y fiel de todos los ogros y deseaba  poder escaparse de ese lugar.

Como usted desee, Markus.Ahora guíeme.

Markus y Cairón se dirigieron a la Ciudad de la Azúcar Azul donde se encontraba la hechicera Virgo. Ella les podría entregar un poco de su magia y les podría dar consejos y, según el amigable ogro, era fácil de convencer.

Pasaron días y noches viajando por varios lugares como El Pantano de la Tristeza, La Cueva Zamborimbon y La ciudad Embrujada.

Una noche, mientras Markus dormía pacíficamente, Cairón comenzó a pensar. ¿Verdaderamente quería seguir? No estaba muy seguro si aún quería saber su destino, estaba un poco confundido.

Por fin se encontraban  en la ciudad de la Azúcar Azul y una pequeña niña azul los guió hasta la torre de la hechicera Virgo.Entraron.

Hola,muchachos, los estaba esperando dijo una extraña voz

¿Eres la hechicera Virgo? interrumpió Markus

En ese momento apareció una niña de alrededor de siete años de edad, vestida con violetas capas y negras botas y un enorme y puntiagudo sombrero azul.

¿Qué desean?­ preguntó la niña

Hola, hechicera Virgo saludó Cairón un poco asombrado por lo que acababa de ver necesitamos tu ayuda, queremos ir a la Cueva Oscura para encontrarnos con Mítrus, así podremos saber nuestro destino.

Mmm…pensaba la hechicera Podría ayudarlos pero antes necesito que me hagan un favor, deben coserle la espalda a mi oso de peluche. Esta todo roto y ya no lo puedo abrazar por las noches.

Haremos lo que sea necesario aseguró Markus

Y así los dos amigos comenzaron a coser. Les llevo más tiempo de lo que pensaron pero por fin lo lograron.

Aquí tienes aseguró Markus, extendiendo con su mano el oso de peluche ya cosido.

Muy bien, ahora quisiera que me cocinaran unas galletas comentó Virgo.

— Está bien, lo haremos —dijo Cairón que se sintió medio burlado.

Cocinaron y se las entregaron.

— ¡Excelente! Ahora quiero…

— ¡Basta ya! ¡Queremos que nos ayudes, no ser tus sirvientes! — Interrumpió Cairón

— ¡Todavía no han terminado! ¡Si quieren ayuda será mejor que hagan  todo lo que quiero!

— ¡Nos hemos cansado y nos iremos ahora mismo, con o sin tu ayuda!exclamó Cairón. Y así siguieron su camino sin ayuda de la maleducada niña.

Llegaron a una isla muy hermosa llena de animales y plantas exóticas, perfumes y colores. Decidieron quedarse a pasar la noche allí

Al día siguiente, Cairón observó que Markus lo estaba pasando muy bien en ese lugar, tan bien que le dio ganas de dejarlo ahí, pues ese era su lugar indicado. Se despidió por última vez.

Por fin se encontraba allí enfrente de la Cueva Oscura y desde afuera se veía la preciosa piedra Mítrus pero cuando entró, algo raro pasó por su mente. No sabía si verdaderamente quería hablar con la piedra, mejor dicho, no sabia si quería conocer su destino pues saberlo sería muy aburrido porque ya sabría lo que haría el resto de su vida y lo mejor es no conocer nuestro destino sino vivir la vida día a día.

Al fin y al cabo decidió no hablar con la piedra y se embarcó vuelta a casa y como se acordó que la nada invadía Fantasía y que él era médico decidió comenzar un proyecto para curar a las criaturas habían sido invadidas por la nada. Pero esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión…

 

 

Fin

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