El
espejo en el hospital
Una
tarde del 2013 el Señor Ruíz se dirigía al hospital. Era muy común encontrarlo
por allí ya que poseía raras enfermedades y carecía de buena salud. Era un
hombre de baja estatura, de tez pálida, ojos verdes saltones y con escaso de
buen humor. Nadie se preocupaba por él ya que si alguien intentaba acercársele,
recibía solamente su indiferencia.
Esta
ves, Ruíz debía ser operado urgentemente del brazo, por lo tanto, decidió ir al
hospital más cercano, el “Luther Hospital Center” el cual se rumoreaba que
estaba muy descuidado y que el único cirujano que se encontraba, había perdido
la cabeza tras la muerte de su esposa que había sido brutalmente asesinada un 2
de Julio de 1993. Ningún individuo se animaba a entrar en ese hospital solo
Ruíz, al no convivir con las personas, no tenía adquiridos los chismes, rumores
y cuentos de la ciudad.
Cuando
entró, vio que el hospital se encontraba en malas condiciones: Las paredes
estaban despintadas, había telas de añara. También se hallaban camillas que,
aparentemente, no tenían uso al fondo del salón y los asientos estaban
destruidos. Había poca luz y el piso tenía mucho polvo. El ambiente lúgubre
causaba terror.
No
pasó ni un minuto cuando el cirujano Torres llamo a Ruíz a la sala de
operaciones. Era una persona de aspecto viejo y arrugado, no muy alto y
mostraba en su rostro una siniestra sonrisa.
—Espéreme
aquí, señor Ruíz, no tardaré mucho. Iré a buscar el instrumental quirúrgico.
Fue
en ese momento que Ruíz quedó solo en la tétrica sala de operaciones.
A la
espera del médico, comenzó a ojear la sala. Había camillas que carecían de
limpieza, raros cuadros, ovejos que seguro servían para operar , aparatos rotos
y un espejo que se veía bien cuidado. Se acercó y comenzó a contemplarse y vio
que su imagen dejaba de realizar lo que ejecutaba. Más pálido de lo que era, el
señor Ruíz quedó asombrado. ¿Cómo podía ser que su imagen no hiciera lo que él
realizaba? Lentamente se alejó del espejo pero este lo llamaba y lo atraía.
Luego
de un buen rato de quedarse paralizado frente al espejo, la imagen que se
hallaba en él lo agarró al señor Ruiz de
su brazo lastimado y lo introdujo adentro del espejo. Su imagen en el espejo se
había auto expulsado del mismo y su misión ahora era hacerse pasar por el señor
Ruíz toda su vida. Estaba aterrorizado ¡Estaba dentro del espejo y no podía
salir! Enseguida empezó a transformarse en un objeto amorfo y sin vida a la
espera de una víctima que cayera en el mismo truco.
Aunque todavía hay pequeños errores, está mejor, Luciana...
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