Hans y Josué se conocen en
Nueva York luego de varios años por empleo.
− Hola soy tu compañero de
trabajo−dijo Josué en un tono tímido.
− Hola soy Hans, ¿Cómo te
llamas?
− Josué, soy italiano. Lo habrás
notado por mi nombre.
− Sí, yo soy alemán pero no quiero
recordar mi vida allí.
− ¿Por qué? ¿Puedo saber?−dijo
Josué, curioso.
− Si es…Mis padres me trajeron
aquí por la invasión nazi. Dijeron que me quedaría por pocos años. pero
no fue así
.Los nazis dominaron mucho…Espera… ¿Eres seguidor de Hitler?−preguntó Hans
asustado.
− ¡Claro que no! Mi padre…Murió
gracias a los nazis. Intentó protegernos a mi madre y a mí pero no lo
logró. Lo
acecinaron.
−Tenemos el mismo pasado,
pero pasado es pasado. Enfoquémonos en llevarnos bien y en el trabajo.
−Por supuesto. Bien, empecemos.
El jefe está a punto de llegar−Josué cerró la conversación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario